viernes, 16 de octubre de 2009

LOS MAGNÁNIMOS PETROGLIFOS DE SAMANGA


Lic. Mario Tabra Guerrero

“La cultura humana es el resultado de la acumulación del conocimiento adquirido de la experiencia de las sociedades a través del tiempo”
Ayavaca. En la semana de la primavera miles de Instituciones Educativas de la Región prepararon sus proyectos y visitaron los tan diversos lugares que poseen Piura y el Perú en general.

En el caso de la Institución Educativa “Señor Cautivo” de Ayavaca en el marco del estudio del Horizonte Temprano en reunión con padres y madres de familia del 1º grado “A”, “B” y “C” y en coordinación con sus profesores del área de Historia, Geografía y Economía, Formación Ciudadana y Cívica José Elino Orozco Chumacero, así como la profesora Alicia Calle Troncos de Educación para el Trabajo decidieron visitar los petroglifos de Samanga, que más que un viaje primaveral fue un viaje de integración e identificación con la cultura y la naturaleza.
Samanga es un vocablo quechua que deriva de la voz: Samana “lugar de descanso” y que por extensión podríamos interpretarlo como "el lugar donde descansan las Wakas” debido a las más de doscientas moles que contienen grabados que nos transmiten la cosmovisión de nuestros ancestros Ayawakas de hace más de 2,000 años a.n.e. que hicieron de esta comunidad un santuario andino.
Los petroglifos de Samanga se encuentran a tres horas de viaje desde la ciudad de Ayavaca en la comunidad de Samanga a inmediaciones del rio Calvas, a unos 2,100 m.s.n.m. Este valle está rodeado de varios cerros: Al oeste el Cerro El Huilco, al sur el Cerro La Huaca, al este se elevan las cumbres más altas ubicadas en la cordillera que llegan hasta 4,000 m.s.n.m. donde reposan las Lagunas Sagradas como la Prieta, Cebada, Arrebiatadas entre otras, pertenecientes a las comunidades de Samanga Ambulco; por el norte está el río Calvas que nos une con el hermano pueblo de los Calvas (hoy sur del Ecuador) antiguo ayllu que junto a los Ayawakas y Caxas conformaban los Wayakuntur.

Salimos el viernes 25 de setiembre en dos camiones canter que la Municipalidad de Ayavaca dispuso como apoyo a esta delegación. La primera estación fue en Socchabamba en la fábrica de bocadillos de don Wilfredo Guarnizo a quien lo encontramos como todos los días del año en plena faena de molienda, evaporación, tostado de maní y mezcla para ofrecernos los tan demandados bocadillos que además de ser un dulce sabroso es muy nutritivo y propicio para este tipo de viajes que sobretodo se camina para conocer sus entrañas.
La segunda estación la realizamos en el caserío de Yanchalá de la comunidad de Tacalpo, donde Don Juan Campoverde nos recibió muy amablemente en su “Estación ecológica” con una gran variada distribución de plantas como las orquídeas, bromelias, palmeras, pinos; frutales como manzanas, nísperos, naranjas, fresas, chirimoyas, etc.
Luego de pasar por la caída de agua de San Vicente El Molino, pasamos por Lanchipamapa, Samanguilla, El Toldo hasta llegar a el caserío de Espíndola en plena línea de frontera, donde en coordinación con el director de la I. E. Jesús Remberto Pardo Ochoa. Nos cedieron dos aulas como “descanso” , se coordinó con el presidente de las Rondas Campesinas de Espíndola Don Hildebrando Cueva, quien orgullosamente se ofreció para servirnos de guía (léase yanakuna en su verdadera acepción).
A las tres de la tarde se inició la primera visita hacia los petroglifos, en el trayecto Don Hildebrando iba haciendo paradas para explicarnos el orgullo de vivir en esta comunidad que se ha organizado para defender sus ecosistemas manifestando: “Samanga tiene en sí un compromiso de defender la naturaleza y la cultura de nuestros ancestros, aquel que la agrede talando los bosques de el Toldo o el de Ramos o rayen los petroglifos se hace merecedor a 25 incentivos. Arriba tenemos el bosque de Ramos con más de 1000 hectáreas de bosque natural, donde hay Romerillo (podocarpus) de hasta veinte metros de diámetro, más arriba está la laguna Prieta que pertenece a la comunidad de Samanga y a la comunidad de Ambulco según los planos catastrales que poseemos”.
En otras de sus estaciones nos explicaba las propiedades de las plantas que nos iba señalando como el Méjico, el Sauce que da sombra y produce agua en vez de consumirla como el eucalipto, el Faique que se usa como forraje, la Mora para prepara infusiones para la gripe o macerado, el zururumbe, que sirve como remedio digestivo y sus hojas secas como abono natural.

LOS DANZANTES DE SAMANGA
Luego de haber recibido una amplia información sobre la importancia de la naturaleza llegamos, hasta el petroglifo denominado “los danzantes” que se encuentra grabados en una mole, en la parte plana que mira hacia el oeste, donde se oculta el sol y se inicia la noche.
Los tres personajes que están grabados representan a un varón, mujer e hijo ¿familia? danzando, estos personajes están ataviados con un penacho en la cabeza y en la parte superior de la mole está grabada la luna llena, en una clara alusión de agradecimiento por las lluvias y sus cosechas.
Subiendo de regreso fuimos a otra mole la del “espiral” en esta otra se puede observar un gran espiral que algunos arqueólogos lo relacionan con el agua, evidentemente hay un caracol a su lado y una especie de mazorca de maíz en el lado izquierdo.
Cuando subimos nuevamente al caserío nos estaban esperando los jóvenes para entablar un partido de vóley el cual se prolongó hasta terminada la tarde.
A la mañana siguiente -6.00 a.m.- volvimos al caserío El Toldo donde encontramos restaurantes y hospedajes para todos los gustos, con comidas típicas, criollas e internacionales. Luego de desayunar, iniciamos nuestro periplo a las 8.00 a.m. por el monolito del “San Pedro” que está en la puerta de la capilla.

Monolito del San Pedro
Llegando al caserío El Toldo de la comunidad de Samanga, se encuentra enclavado como dando la bienvenida el monolito denominado el "San Pedro" nombre con que se le cono­ce, por su clara forma que han dado a este monolito que representa al cactus del mismo nombre.
La particularidad de este "San Pedro" es que está antropomorfizado, teniendo un rostro humano en su parte superior y en la corona una oquedad donde vertían la sustancia que luego han de "shingar" los oficiantes del ritual. Su nombre ancestral era Huachuma o Achuma que contiene propiedades alucinógenas que permiten "ver" al maestro curandero mas allá de donde puede ver cualquier ser humano. Por cierto los comuneros nos informaron que este San Pedro lo hallaron cerca al Río Calvas, pero por seguridad lo trasladaron al centro del caserío.
Vale resaltar que esta Escultura del San Pedro nos asocia directamente con algunas iconografías de Chavín donde representan a un sacerdote con un San Pedro en la mano, en clara evidencia de su utilización para fines de complementariedad naturaleza – humanidad.
Lo que nos había llevado a Samanga era la inquietud de conocer uno de los centros más importantes del Horizonte Temprano que era el “Altar del Sol” ubicado a dos minutos antes de llegar al Río Calvas

LA PIEDRA ALTAR
En el sector el Tuno, a una hora y media de bajada en la comunidad de Samanga, se encuentra muy cerca al río Calvas una gran mole de casi ocho metros de largo por siete de ancho. En su parte superior los antiguos Samangas plasmaron la milenaria visión de los tres mundos: Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha.
Esta mole concentra una gran variedad de motivos, entre los que destacan: un personaje principal con un báculo irradiando cuatro áureas, ubicado en el centro de una línea horizontal ¿línea ecuatorial? que uniría los tres mundos. A su lado izquierdo hay otro personaje de menor rango, pues no tiene báculo e irradia una sola áurea.
De la parte extrema superior del personaje central descienden dos líneas paralelas onduladas, que según un chamán amazónico llamado Arturo que llegara hasta este lugar el 21 de diciembre del año 2000 nos indicaba que: “justamente el día del solsticio de verano el sol se instalaba en la casa de Saturno y desde ahí irradiaba toda su energía a la tierra y que estas líneas paralelas representaban la dirección en la cual se dirigían hacia la tierra, para que el que se disponía abrir su corazón al mundo podría alcanzar el amor y tranquilidad eterna. porque Ayavaca no es cualquier lugar, es un lugar lleno de energía” otro de los visitantes de aquel 21 de diciembre del 2000 -el alemán Alejandro- nos manifestaba “el mundo está muy contaminado hay demasiado odio en la tierra, se han alejado de la Pachamama y hay que volver hacia ella, para lograr la unidad del cosmos con lo humano” todavía suenan en mis oídos aquella plegaria que cantaba Alejandro “unidos somos como uno, círculos del universo llenos de plena luz, vuela como un águila, arriba arriba, era Inti tayta…”.
A la derecha del personaje principal está representado un ciempiés bicéfalo, orientada de este a oeste atravesando la línea horizontal. En el extremo izquierdo superior de este personaje, en la zona Hanan, hay un ser mítico con un cuchillo ¿Tumi? en su mano derecha; en su mano izquierda colgando de una soga una cabeza ¿el degollador Pukara? o el ¿aipaec moche? -aunque este último es posterior en época-, nos parece interesante esta iconografía, toda vez que corroboraría la tesis de la unidad andina en los andes septentrionales, centrales y australes.
En la zona Uku (de abajo) se representan tres figuras alargadas, ¿fardos funerarios?; y un sol decayendo que representaría el ocaso del día.
Esta gran mole es conocida por los comuneros como "Piedra Altar" por su planicie, que parece una gran mesa. A este Altar siguen llegando maestros curanderos de diferentes lugares del mundo para realizar rituales y así poder recibir la energía concentrada que irradia este centro mítico espiritual de Samanga.
Luego de la explicación del profesor de este importante Altar milenario se dio la sorpresa que no se esperaban un baño en las aguas uninacionales del río Calvas, las alumnas, padres y madres de familia siendo las once de la mañana vieron gratificado su esfuerzo de caminar, con un chapuzón en estas aguas que bajan desde las lagunas y que prosiguen hasta irrigar los valles de la costa.
A las dos de la tarde llegamos nuevamente al caserío “El Toldo” donde nos esperaba en los diversos restaurantes el almuerzo que fue la consagración de esta pequeña caminata por la comunidad de Samanga.
En la comunidad de Samanga siguen descansando los dioses, grabados en más de doscientos petroglifos, a la espera de lodos los que quieran venir a visitarlos.

ALGUNAS INTERPRETACIONES
Según el Dr. Mario Polia: “los antiguos Samangas tienen un origen amazónico y llegaron hasta esta zona atravesando el Abra de Porculla, sobresaliendo en la escultura y el arte rupestre plasmado en grandes moles de naturaleza volcánica”.
Algunas apreciaciones que han realizado los arqueólogos, se puede identificar la existencia de un grupo sacerdotal que manejaba los movimientos de los astros, conoci­mientos necesarios para sus actividades agropecuarias. Los Samangas atribuyeron sus poderes a las fuerzas de la naturaleza a la cual rendían culto. Entre sus princi­pales divinidades estaban el Sol, la Luna, el Rayo, la Serpiente, la Huachuma (cactus del San Pedro); todas ellas representadas en monolitos y petroglifos.
Las técnicas empleadas para los grabados en bajorrelieve son: a) Por raspado, desgastando con un instrumen­to litico, ejecutándose los surcos con perfiles irregulares; b) Por picado, mediante hachas y martillos líticos, quedando los bordes de los surcos regulares y su perfil en forma de "U"; y c) Por corte, empleando hachas líticas y sin acabado, quedando los surcos en forma de "V". Los acabados donde los realizaban fueron hechos por cofricación por medio de instrumentos líticos usando, además, arena cuarzosa como desgastante.
Las figuras más frecuentes son los espirales simples y dobles, figuras geométricas, caras estilizadas con ojos y boca puntiformes sin nariz, de contorno redondo, cuadrado y biselado. Algunos rostros presentan lagrimones y otros con apéndices que eran plumas estilizadas; también hay representa­ciones de animales como serpientes bicéfalas, lobo de río, felinos con largos colmillos, mono de ojeras y plantas como el maíz y el San Pedro. Muchos arque­ólogos atribuyen su elaboración a visio­nes obtenidas por medio de plantas alucinógenas en un marco chamanístico o ritual.
Existen moles con cúpulas o pozos artificiales que servían para depositar las ofrendas en los actos rituales que realizaban. Asimismo los usaban como espejos astronómicos para captar las constelaciones.
Para la profesora de Educación para el trabajo Alicia Calle Troncos: “estos petroglifos nos motiva a reproducirlos en nuestros trabajos de manualidades, para dar a conocer los testimonios de la existencia de una cultura que nos legó técnicas empleadas para realizar trabajos ya sean en tejidos en alto o bajo relieve. Sus iconografías nos invitan a seguir investigando y conociendo nuestra cultura. Esta experiencia nos permite realizar trabajos que rescaten e identifiquen nuestra cultura, para promover el turismo a través de tejidos, estampados, bordados, marcados, bisutería, insertándolos al mercado local, regional, nacional e internacional".